Entabló una relación con ella durante la que se intercambiaron correos electrónicos y chatearon a través de Messenger. Con un programa de internet, descubrió las contraseñas del correo de la afectada con el objetivo de averiguar datos de su vida personal y familiar.
Una vez que obtuvo la información, también accedió a la cuenta de un hombre con el que la víctima mantenía relaciones sexuales sadomasoquistas. De esta forma, según el fiscal, obtuvo el hombre de 48 años que se sentará en febrero en el banquillo de los acusados fotografías de la perjudicada desnuda o en actitudes "reveladoras de las prácticas que realizaba". A partir de ahí, comenzó a enviarle mensajes y a chantajearla con difundirlas si no mantenían relaciones. La Fiscalía exige que sea condenado a cuatro años de cárcel.